De 1923 a 1930, el general Primo de Rivera pretendió sostener el régimen monárquico mediante una dictadura militar de tipo paternalista y al estilo ya clásico de los gobiernos militares del siglo anterior. Llevo a cabo intentos de política laboral con la cooperación socialista y organizo los comités partidarios que iniciaron una especie de arbitraje en los conflicto laborales; emprendió un programa de obras publica, carreteras y ferrocarriles que, si de momento absorbieron el paro, a la larga agravaron las dificultades económicas del país. Dicho general dimitió en 1930, siendo sus sucesores el general Damaso Berenguer y el almirante Aznar, quienes ejercieron una gran represión o cual origino el desmoronamiento del régimen monárquico
En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 los partidos republicanos alcanzaron gran mayoría en las principales ciudades del país, aunque no ene campo y los círculos monárquicos se alarmaron en extremo produciéndose gran pánico.
La monarquía decayó y Alfonzo XIII partió para el exilio en Roma, proclamándose la segunda república Española el 14 de abril de 1931; y el 9 de diciembre del mismo año se aprobó una constitución relativamente moderada.
Los partidos de izquierda fueron los primero en ocupar el poder y proclamaron al separación de la iglesia y del estado, decretando la libertad de cultos y con objeto de luchar contra la influencia de la iglesia en la vida pública, la ley de congregaciones religiosas se preparó una ley de reforma agraria en una país en que los propietarios rurales, 1% de la población detentaba los 2/3 de la tierras cultivadas; pero no se llegó a aplicar. Ambos temas fueron la manzana de la discordia que llevaría a la guerra civil.
Los republicanos aparecían divididos e indecisos en lo referente a la reforma agraria. En octubre de 1934 estallo una revolución de tipo social que en Asturias revistió especial gravedad simultáneamente, en Barcelona se proclamó al estado Catalán con el intento de superar el vigente estatuto de autonomía conocido por la república. El gobierno pudo dominar ambos movimientos con tropas trasladadas con urgencia de África a la península.
Los partidos republicanos de la oposición establecieron una alianza que abarcaba desde el centro hasta los socialistas y comunistas en la extrema izquierda, siguiendo la línea de frente popular, como en el resto de Europa.
Las elecciones de 1936 proporcionaron el triunfo a dicho frente popular, otorgándole mayoría en el parlamento.
La más destacada personalidad de toda la época republicana, fue Manuel Azaña Díaz, típico representante de la izquierda intelectual, liberal y burguesa al estilo francés y ya había sido jefe de gobierno desde Octubre de 1931 a setiembre de 1933. La obra reformista se dispuso con perspectivas de mayor ponderación, pero era más intensa y sobre todo, precedida de la acción directa de las masas.
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